"LA PATRIA ES UN ESPEJISMO EN EL DESIERTO. ESTAMOS CONDENADOS A POBLAR PARA SIEMPRE ESA FICCIÓN O A MORAR PARA SIEMPRE EN EL DESTIERRO”.

Para el título de este post, elegí esa frase del libro: "La Patria Peregrina" del periodista y escritor Gustavo Bernstein. La imagen en la que puedo recrear una familia de inmigrantes de comienzos del siglo pasado. Por mas que busqué, me costó dar con alguna que tuviera todas las necesidades que yo tenía en mente, me pareció válida lo mismo.
Al verla era inevitable pensar en mis abuelos, (como tantas otras veces desde que llegué a España). Ambos llegaron a Argentina muy pequeños, uno desde Génova y el otro desde Lyon. Un largo viaje en buque, les cruzó al otro lado del Atlántico , en busca de oportunidades y prosperidad. Intenté imaginar cómo sería para ellos esas semanas a bordo, con sueños, ansiedades y desesperos, para llegar a un puerto, a una tierra desconocida. Difícil no?
Cómo sería despedirse en ese entonces de sus familias, y de sus orígenes sabiendo que posiblemente ya nunca mas regresarían a su tierra. Cartas que demoraban promedio tres meses en llegar, (sin contar aquéllas que no recibirían nunca, porque simplemente se perdían), en una época donde los viajes eran muy costosos y por supuesto largos también.
Muchos inmigrantes perdían el contacto con sus raíces, el desarraigo de ese entonces es algo que puedo perfilar, pero nunca creo, podré dimensionar. Ser inmigrante tenía un significado especial.
Uno de mis abuelos volvió a Europa en viaje de placer, ya una vez viejo, y no pudo reconocer su ciudad. Demás está decir que la familia se fue perdiendo.
Mis abuelos apostaron al país que los recibió con los brazos abiertos, y sé que terminaron sintiéndolo como propio. Seguramente, resignando muchas cosas, pero con una voluntad férrea de pertenecer a su nueva Patria. Creo ahí está el significado de la palabra “inmigrante”. de éllo ya hablé en otro blog que tenía antes.
Pero nada, ya estamos en otro siglo, nuevo milenio, y para hoy día las cosas han cambiado bastante. Somos muchos nietos los que hemos repetido esa historia en sentido inverso.
Próximamente harán siete años que estoy viviendo en España. Siete años de sentirme un bicho raro e incompleto. Esa sensación de vivir en dos sitios, de estar entre dos partes, es un estigma que me persigue aun, y creo nunca me abandonará. Cómo explicar en mi caso que significa sentirse inmigrante. Cómo explicar que viviendo afuera de mi país me siento partido en dos. El cuerpo aquí y la cabeza allá. A diferencia de nuestros abuelos, claro esta las cosas son mas fáciles hoy. Estamos permanentemente comunicados, chateamos, nos mandamos mails, nos hablamos por teléfono fijo o móvil, indudablemente el contacto está. También sabemos que no es tan difícil coger un avión y tirar para allá un par de semanas.
Pero el cordón no se corta, aunque lo que te haya empujado a salir de tu país, sea la bronca, el cansancio y el “no va mas” a muchas cosas. Y aunque esas razones y motivos hoy puedan ser aún peores de cuando lo dejaste.
Cuando hablo con otras personas que viven este mismo proceso, convenimos en que nuestro tiempo aquí, tiene una fecha de vencimiento, y que en algún momento volveremos. Será ese el fallo? Será esa una trampa?
Aún sigo esforzándome por integrarme, e insisto que tengo fantasías de regresar, aunque el tema de la inseguridad allá, me las frenan.
Sólo se que cuesta mucho vivir porciones de vida en distintos lados y no echar raíces en ningún sitio. Y aunque tenga en trámite la ciudadanía española, ni siquiera el día que la consiga seré un local aquí. Aquí soy un argentino, o sudamericano, y un extranjero cuando vuelvo a Argentina.
En las vacaciones del 2006 se me partió el corazón. Cuesta mucho desprenderse de amig@s y familia. Cuesta también ver que muchos ya no están, y ya nada volverá a ser lo mismo. Los afectos no se pueden reconstruir en otro lado, y con la edad la melancolía pega seguido y mas fuerte. No es posible reemplazar todo lo que se vive en un período de vida ... sólo podemos compartirlo con aquellos que nos conocen y nos entienden, y que manejan exactamente los mismos códigos.
Viviendo aquí me sentí inmigrante desde que pasé el control migratorio, y desde allí hasta ahora, aunque ya poco menos. Siempre hay alguien que me lo ha recordado, y algún otro que se ha encargado de que lo sienta así. Ha habido también gente maravillosa que todo lo contrario. Pero en definitiva es lo que soy, inmigrante, y por ahí ciudadano de ningún lado. Ya los países no acogen desde sus necesidades, no hay “países de acogida” sino desde los convenios que tienen vigentes, por contratos laborales, descendencia comunitaria, pasaporte UE. Se que no soy necesario aquí, y que también se vive un momento especial, en el que algunos locales sienten que les estoy quitando una oportunidad y un puesto de trabajo.
No suelo hablar directamente de mí en mis posteos, ni de aspectos de mi vida en particular. Pero recibo frecuentemente mails, desde sitios de argentinos por el mundo, donde muchos compatriotas preguntan respecto de vivir aquí, quieren repuestas a algunas inquietudes, y también un apoyo moral y envión para tomar la decisión. Es que dar ese paso cuesta… y se generan muchos interrogantes.
Por eso cuando leí el post de ARAÑA, el comentario de FERNANDO, y CHRISTIAN que alguna vez hizo una reflexión al respecto en una entrada vieja, sumado a toda esa gente que escribe, se me ocurrió contarles algo de lo que se puede vivir en esta situación. No espero que lo tengan en cuenta como válido, no es universal, sino tan sólo mi manera de vivir y sentir algunas cosas desde mi experiencia. Por ahí sirve, o aporta algo. Sí aprendí una cosa, y ya me la he grabado: que tomar decisiones desde el cansancio, la bronca y la impotencia, no sirven para nada, y en el fondo no me arrepiento porque cuánto he crecido en este tiempo, y cuánto me queda por aprender y conocer aún de mí todavía.
Irse cuesta, aunque nos sobren los motivos para hacerlo… también es cierto que podréis volver en el caso que el cambio sea muy fuerte o lo “no esperado”. Y si aún la meta es la partida, y la decisión pasa por venir aquí, lógicamente podréis contar conmigo, para lo que necesitéis, y en la medida de mis posibilidades.
Sigo estudiando, se acerca mi examen, y postear me está quitando mucho tiempoooooo..... como siempre les dejo un gran abrazo a tod@s y nos estamos leyendo en breve.